Claro que me molesta
En donde vivo hay un pequeño gimnasio al que voy a correr un poco y usar la bicicleta fija. Hay como doce aparatos y va poca gente. También hay una televisión en la que, si uno llega y esta solo, puede encenderla y poner videos o la música que prefiera. A mí me gusta poner rock clásico y escuchar a Led Zeppelin o The Who mientras hago ejercicio, además Lester Burnham siempre ha sido uno de mis ídolos. Cierto día llegué, no había nadie, puse mi música y me subí a la bicicleta. Después llegó una mujer con su entrenador, bastante ruidoso y comenzaron a hacer ejercicio. Es una regla no escrita que la música que esta puesta se queda hasta que alguien se queda solo y puede cambiarla. Pasaron unos minutos y la mujer se acercó a la televisión con la clara intención de cambiar de canal, cuando estaba a punto de llegar volteó y me preguntó: “¿Podemos cambiar la música? ¿Te molesta?”, le respondí tajantemente “La verdad la puse porque me gusta”, en su defensa debo menciona